No nieva.
Aquí nunca nieva.
Pero hace frío.
Frío helado sombrío.
Frío solo.
Como lo estamos todos.
No llueve,
y la sed grita,
ahogándose en este vacío.
Se cuartean los sombreros,
y las bufandas parecen alambradas.
Tal vez lo sean.
Gira el tiempo, como peonzas.
Hay voces que desaparecen para siempre,
como sirenas que se esconden.
¿Dónde irán?
1 comentario:
Ternura en un jardín de cactus. Una canica entre mil cristalitos rotos. ¿Acaso hay alguna rosa sin espinas?
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