Agujitas de acero. Soy sólo un insecto de exhibición, a punto de ser devorado por el tiempo.
Este viento que no atiende a razones y mucho menos a estos ojitos marrones que parecen opacos. Llevo tanta arena acumulada en los bolsillos que parecen demasiados los botones conquistados, e insuficientes los hilos trenzados. No hay manera de aprender a coser.
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