miércoles, abril 14, 2010

Lejos

Tu mano. Mi mejilla.
Tus labios, mis labios.
Mi voz. Tus sueños. Mis días. Tus noches.

La distancia.

Mi mano. Tu boca.
Tu mejilla, mis dientes.
Tu voz. Mis sueños. Mis hojas. Tus colores.

La distancia.

Y la lluvia, insuficiente, que asfixia.
Me ahogo.

Desequilibrio. Golpe.

Tu ausencia. Mi silencio.
Mi sed. Tu hambre.
Tus pasos. Mis cadenas. Tus días. Mis noches.

La distancia.
No cuento.
Mis voces se han perdido por el camino.

De lluvia que no llega

Déjame embriagarme de tristeza. Tengo sed de esta tarde oscura, que no da frío ni calor, que pasa como lo demás, emborronado.
Mis dedos están fríos, y mis ojos secos.
Hace tiempo que no veo flores azules, que hagan juego con sueños de cielos hambrientos, con ponerme de puntillas y acariciar las nubes.
Hoy, este instante, es oscuro, como mis iris. Oscuros y opacos. Muertos.

En blanco y negro

Gris. Sobre las cosas, dentro, fuera, rodeando.
Gris. En mis ojos, en mis labios, en mis dedos.
Gris. Llenando mis oídos, vacío.

Vacío. Con ganas de llover, sin derramar gotas…
-de felicidad, de tristeza, de días que pasan-

Mis manos, transparentes, se manchan de ceniza.
Abril, gris, vacío, con huecos que no puedo coser.

Y mis huesos, apretando, como siempre.
Pies de arena que no avanzan.

KulturArt