Hoy no tenía cerillas, y he notado más que nunca este frío que ha llegado de golpe -no como los de la vida, ¿o sí?-, pero que ya anunciaba este lluvioso octubre, que ha remarcado mi olvidado septiembre.
Hace frío, se han cerrado ventanas, o se ha cerrado al menos una, tal vez no debió abrirse, no lo se, todo sirve, pero bueno, ya se ha cerrado, y el torrente ha borrado todo. Bueno, el torrente, y los añicos de papel.
Hay nuevos rostros, proyectos, ideas... y mi ego dentado siempre. No me abandona.
sábado, octubre 27, 2007
viernes, octubre 12, 2007
martes, octubre 02, 2007
Suscribirse a:
Entradas (Atom)