Con tus ojos negros
Me miras, de reojo,
Pero sin contemplaciones.
Traspasas, penetras,
No hay defensa,
No hay refugio
Y brillan.
Me miras, de reojo,
Pero sin temor alguno.
No tiemblas al explorar.
No tengo defensa,
Ni parasol.
Qué brillan.
¡Cómo brillan!
¡Arden!
No hay comentarios:
Publicar un comentario