martes, agosto 16, 2005

Una habitación con vistas

Agosto. Noche pegajosa, vapor que sale de todos lados. Creo que las paredes exhaustas de tanto calor sudan las arrugas de la pared. Tengo las pestañas pegadas a la enorme ventana. Enorme, enorme e insuficiente ventana. La mosquitera me mira con malos ojos, como si el exterior fuera una habitación que me contempla. Animal enjaulado. Animal.
No hay mucho movimiento entre mis axones, al menos nada que merezca un leve fulgir en alguna cerilla. Aquí esta, toda la cajita repleta de cabezonas, quietecitas, como sardinas en lata. Buenas noches.

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