lunes, agosto 22, 2005

Se acaba el verano

Hay algunos silencios dificiles.
Como la soledad que crece entre el vacio,
como lo hacen las telarañas,
y los desiertos de polvo.
También como mirarse detenidamente en el espejo.
Temblar.
Temblar y titubear ante una mañana soleada,
con tus manos pequeñas que no hacen sombra.
Hay muchos silencios rodeandonos.
Como si fuese el cauce de un torrente,
¿tal vez hoy sea el día en que inunde?.
Secos.

1 comentario:

Lidoneta -lacerillera- dijo...

Trasnochar otra noche, como tantas otras, sin sentido, con tanto dentro queriendo salir, sin encontrar las palabras, sin oír un sonido, sin gritar… siempre sin gritar, como susurrando a las nubes, sabiendo que nadie escucha, creando secretos, despacio… muy despacio… como quien tiene miedo de hacer sonar sus pasos, como temer el crujir de las puertas, el aire que da el movimiento. Temblar… temblar de sutilidad, de sigilo, de silencio…. De una noche callada, llena de voces… mis voces, mis voces sin sentido, sin dirección, sin nombre. Nunca me reconozco aún siendo la misma, a lo mejor no lo soy y me engaño, queriendo ser la misma muñeca, y no soy nada, barro… madera húmeda, haciéndose grande, envejeciendo, grietas…

A veces soy tan frágil que me asusta la idea de que exhalen aire a mi lado, y caer, caer, caer hacia el abismo de mis pies, hacia el suelo frío donde me refugia el llanto, hacia este infierno que me creo, repleto de mentiras, una detrás de otra, una, una, una, una, una más una, más una, más una, encarcelándome, dejándome seca, sin voz… mi voz… ¿realmente tengo voz? ¿no estoy siempre callada? Y las lágrimas… gotas, como mentiras, queriendo caer de mis ojos… mis ojos muertos, demasiado oscuros, demasiado simples, demasiado quietos… ventanas cerradas…. Qué nadie pase… nadie que entre, nada que salga… silencio… siempre el silencio… haciendo del caos su reino… y mi mente empujando, con serpientes, caballos, focas, con mis manos, queriendo hacer algo, queriendo sacar alas, queriendo andar… pero no hay pasos, como tampoco hay eco, ni charcos, ni las palabras que quiero, ni quiero algo… querer hablar sin decir nada, no querer nada y hablar… pero no hay palabras… nunca… nunca hay palabras… y busco… despacio, como yo, toda despacio, lenta, lento, parada, quieta, como mis ojos… y mis m anos… hipnosis de vacío, vacío con bruma, bruma fría, relente, helando, mojándolo todo, calando dentro, muy dentro…. Supura, sale de dentro, muy dentro, hacia fuera, inundándolo todo, quemando, todo arde…

Tal vez sea mejor ir a dormir, y olvidar, olvidar que quiero escribir, aunque no haya nada, que quiero seguir aquí pegada, dibujando, dibujando, caminando, hablando, mi voz… mi voz es el silencio, y a veces nadie lo entiende, a veces no lo entiendo… vivo en silencio… vivo el silencio.. llenando huecos, descosiendo agujeros… perdiendo.. perdiendo años… pero no hay nada, solo yo, solo yo aquí sentada, frente a mis dedos, mis dedos siempre, enredándose en mi pelo… mi pelo… también esta callado… siempre entre susurros, de puntillas, despacio… mi espacio… mi pequeña caja de fotografías, mis garabatos, mis palabras… perder palabras… qué dolor… duele, duele, nadie puede entender cómo duele perder palabras, palabras que no salen, que no puedo vomitar, palabras que se clavan como ortigas, ortigas en la garganta, ortigas rodeando el alma…

Brisa, brisa del silencio, borra mis voces… sólo quedo yo, yo y la marea, que viene, viene, viene y va, dejando espuma y ruido, ruido que duerme, me duerme, sólo sueño… pero huelo, huelo a mar, a sal, mi sal, impregnándolo todo, cambiándome de nuevo… nunca estoy yo… estoy vacía… soy la caracola… susurro de olas, mentiras… no hay sino silencio, el sonido del silencio, mi silencio, yo callada, como siempre… soy solo papel.

Marzo 05

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