sábado, agosto 27, 2005

Trocitos del Recuerdo [vol.1]

Madrid

Mis primeros recuerdos son pequeños, imágenes de ciertos momentos, no tienen continuidad, aunque en realidad creo que así son todos, siempre sólo se recuerda un fragmento del tiempo. Los más antiguos son bajitos, como vistos con la cabeza gacha, aunque más bien son de aquel tamaño que tenía entonces. La imagen que me viene a la mente como comparación es la introducción a “Alf”, como en esa serie solo aparecen piernas, partes bajas de las puertas, suelos, escalones, nunca veo el techo, o las lámparas, o las mesas desde arriba…
Tengo bastantes recuerdos de esa época, en Villalba, algunos me ha costado situarlos mucho tiempo.
Tengo memoria las puertas de madera oscura, el carrito dorado de la tele, las camas hacinadas, la cuna de mi hermano, el cuarto de baño, el rellano, la escaleras, la puerta de Camino, la casa de Arancha y sus juguetes, el porche. Pero todas estas imágenes forman una maraña de recuerdos, a veces enredados. Voy a escribirlos todos, por si algún día los olvido, tenerlos guardados y saber que fueron míos.

10 comentarios:

Lidoneta -lacerillera- dijo...

No se si es el más antiguo, creo que mi memoria no va más allá, es un paseo, un pequeño paseo sobre unas baldosas rosas en una avenida, con bancos de piedra de madera. Me llevaban de la mano. Es un recuerdo feliz, de tranquilidad y seguridad, recuerdo la luz del sol, era una mañana, supongo de primavera por que aún hacía fresco. Llevaba unos botines oscuros, pequeños, y unos leotardos grises, y caminaba por los círculos que formaba el dibujo de las baldosas rosas, después nos acercábamos al banco de piedra. Iba con la abuelita. Ahí acaba este trocito, que siempre me deja buen sabor, un rastro dulce y fresco, como una mandarina. Luz de mandarina.

Lidoneta -lacerillera- dijo...

#2 quejas

Recuerdo muchas quejas, creo que casi todos mis recuerdos son eso. No me gustaba el carrito, bueno no es que no me gustara, es que tenía que ir en la parte de atrás de un carro tipo asiento, de los de antes, ahora no se ven, que se regulaba el respaldo, pero como mi hermano iba delante y era más voluminoso que yo, no quedaba casi sitio para mí, además no el ir siempre de espaldas hacía que no pudiera ver nada, nada salvo las piernas de mi madre, y encima también tenía que lidiar con el bolso que iba acoplado al manillar del carro. Eso sí, jugaba con los vasos extensibles donde mi madre nos daba de beber. Bueno y de oca en oca… también recuerdo que siempre quise tomar para beber zumos de esos empaquetados, de los de potitos, que llevaban todos los niños, pero nosotros sólo tomábamos agua, agua y agua, y después agua. ¡Qué insípida que me parecía el agua!
Tampoco nos dejaba usar el ascensor solos, cosa lógica pensándolo bien, por que a lo sumo tendría unos 3 ó 4 años, así que tengo una imagen temible de los escalones, y también de la oscuridad de los pasillos.
Una vez nevó, supongo que nevaría más veces pero yo solo recuerdo esa, mis hermanos mayores bajaron a jugar con la nieve, pero a nosotros dos no nos dejó, recuerdo un fuerte sentimiento de enojo, y estar jugando en la galería de la cocina, junto a la lavadora, discutiendo mientras mi madre hacía la colada.
¡Ay que ver cómo protestaba ya entonces!

Lidoneta -lacerillera- dijo...

#3 canciones

Qué canten los niños… creo que una de las canciones que recuerdo de pequeña es esta de Perales, o al menos es una que recuerdo con una imagen clara y nítida. María nos subía al banco de la cocina, que era de color claro, junto a la radio enorme, ponía la canción y nos hacía playbacks. También se que me gustaba mucho La Puerta de Alcalá, sí, aunque ahora prácticamente no pueda siquiera identificarme con nada de eso, era toda una madrileña de pura cepa, y adoraba a Paloma Sanbasilio –todos tenemos un pasado, sí-.

Lidoneta -lacerillera- dijo...

#4 Amigdalas

No recuerdo bien cómo fue cuando operaron a Belén de las Amigdalas, ni cuanto tiempo estuvo enferma, ni nada en absoluto de ese acontecimiento, salvo un momento muy vivo en mi memoria. Estábamos en la mesa verde de la cocina, no recuerdo que comíamos, Belén no hablaba, y la mamá le sacaba helados de todos los sabores, ella no quería comer ninguno, y yo para mis adentros pensaba: “¡qué tonta!”, a mi no me dejaban comerlos y ella podía tomar tanto como quisiera.

Lidoneta -lacerillera- dijo...

#5 Médicos

Una vez a la semana, creo, o esa es la imagen que tengo yo en mi mente, iba a un centro de salud o algo así, de paredes blancas, entrabas por una puerta a la izquierda (o a la izquierda en mi recuerdo), que tenía antes bancos –o sillas- para esperar. Al entrar, en la pared de la puerta, a la derecha, estaba la camilla, no recuerdo nada más, salvo que sabía que iba para que me pincharan. Es un recuerdo bastante aséptico.

Lidoneta -lacerillera- dijo...

#6 Travesuras y juegos.

No recuerdo bien que paso, se que estábamos, Miguel y yo, en el pasillo, sentados, y que nos mojamos. Se llevaron a Miguel rápidamente, yo tenía los calcetines empapados. Ahí se acaba el recuerdo. Ahora se que nos mojamos de lejía, que se llevaron a Miguel pensando que el muy bruto se había pegado un lingotazo. A mi no me llevaron, no se dieron cuenta de los calcetines, y tengo las marcas en los tobillos.

Había un barrote medio suelto en la cuna, y te deslizabas ahí, saltando al colchón de al lado (las camas estaban hacinadas), era divertido, de colchón a colchón, como un laberinto, una selva de sábanas. Era como ser expedicionaria.
Después, mi cama tenía un borde –era un sofá-cama- y lo ponían en el exterior, con la cama pegada a la pared para que hiciera barrera. Yo saltaba, iba de colchón a colchón. También en esa habitación las camas estaban hacinadas.
Un día, creo que era un día, supongo que vino alguien a casa, por que mi hermano mayor tenía que dormir en la bañera con un colchón. ¡Siempre quise dormir en la bañera!

Lidoneta -lacerillera- dijo...

#7 Amigos I

A veces nos dejaban a Miguel y a mí, en casa de Arancha. Me gustaba ir por que tenía muchos juguetes. ¿Materialista? Jeje.

María tenía una amiga llamada Carolina, a mi me gustaba por que jugaba conmigo, y hacía cosas divertidas, a veces se quedaba a dormir. Era morena de tez clara.

Una vez fuimos al cumpleaños de alguien, era en una planta baja de la urbanización, había muchos niños, todos sentados en un sofá largo, dentro de una salita pequeña, con estanterías. Creo que fue un día aburrido.

Dicen que tenía una amiga llamada Camino. No la recuerdo, más bien se entre mezclan los cuatro primeros amigos que he tenido en mi vida, y no se bien distinguirlos. De Camino se que vivía en el piso de arriba, y recuerdo jugar en las escaleras que subían arriba, y de la entrada de su casa, siempre oscura.

Lidoneta -lacerillera- dijo...

#8 Preescolar y Amigos II

Este es uno de los recuerdos que he tenido siempre muy confuso, hasta hace poco que me enteré de cómo iba el asunto.
Recuerdo que a mi primer colegio iba en autobús, y me gustaba mucho eso. Sólo había niños en él, e iba yo sola, por la mañana, me sentaba junto a la ventanilla, en el lado derecho del autobús, y veía el paisaje, montañas, y árboles desperdigados. Llegábamos a una casa de un piso, con un tejando bonito, y entrábamos. Las mañanas eran nubladas y frías. Hice un amigo en el autobús, no recuerdo cómo se llamaba, ni apenas nada de él, solo que era pequeño y creo que castaño. Las clases no las recuerdo, lo que tengo grabado es que a la hora del recreo, nos poníamos todos los abrigos y anoraks y salíamos al patio. El patio era una pared blanca que rodeaba la casa, y todos los niños íbamos en grupo a desconchar la pintura, era muy divertido y emocionante ver quien sacaba el trozo más grande.

Después ese recuerdo se rompe, y estaba en otro sitio. Mi primer día en otro sitio. Era una habitación oscura, con muchas alfombras o algo así, daba la sensación de estar en una sala de estar oscura, con un ambiente nauseabundo, habían niños desperdigados por la habitación, y la profesora tenía las manos repletas de anillos. Era un lugar como desastrado, pero no diría que poco acogedor. Lloré ese día en cuanto mi madre me dejó allí. Se que me llevaron junto a otros niños, y creo que ahí conocí a Mayte, mi primera amiga de verdad, sólo se que era rubia y llevaba una coleta al lado –como se llevaba entonces por Madrid-. También todas las mañanas eran nubladas y frías.

Ahora se lo que pasó, durante mucho tiempo estaba confusa, incluso cuando llegué a Valencia tenía dudas, sabía que había estado en dos colegios distintos, y por eso, cuando hice aquí segundo de preescolar pensé que había repetido, y hacía por segunda vez el mismo curso.
Lo que pasó es que en Villalba no tuve plaza en el colegio público, o algo así, así que me tocó ir a otro colegio, el del autobús. Al poco tiempo quedó una plaza libre, y me cambiaron de colegio. Siempre lo he tenido confuso, y nunca entendí por que me cambiaron, a mi me gustaba ir en autobús.

Lidoneta -lacerillera- dijo...

#9 Viajes

Una vez fuimos a Segovia. No recuerdo nada de la ciudad salvo el solecito, el cansancio y que comimos en un restaurante oscuro, donde servían pasta de colores. María pidió unos espaguetis verdes, y no le gustaron. A mi me compraron, o ya llevaba –no lo recuerdo-, un sombrero de paja.

Otra vez… recuerdo estar sentada en el suelo del comedor, mirando las puertas de madera oscura con cristales. Esperábamos a alguien, nos íbamos a algún sitio. Todos estábamos nerviosos. Llegaron los tíos, nos fuimos. De pronto –cosa que tienen los recuerdos como los sueños- estábamos en un picnic en un campo amplio y verde, el mantel era de cuadros, y había hormigas. Los amigos de mis tíos tenían un caballo castaño, y María subió en él. Yo quería subir. No subí.

Tengo también un recuerdo confuso, es el recuerdo de la vuelta a casa, no se de donde veníamos, solo se que estaba en el coche, y veía la revuelta al Pryca y la entrada en Villalba. Anochecía, el día era gris y frío.

Lidoneta -lacerillera- dijo...

#10 La marcha

No recuerdo cómo nos preparamos para mudarnos a Valencia, sólo recuerdo que nos despedimos en el jardín de la urbanización, creo que era verano, y subimos todos al coche (entonces era casi normal ir una multitud en un mismo turismo). Pero no recuerdo la llegada, ni donde fuimos, ni que pasó en los primeros días aquí.

Es lo que tiene la memoria de los 4 años, que tiene lagunas muy grandes, al menos la mía.

Continuará... jeje.

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