miércoles, julio 26, 2006
pasos
Cambiar es un poco como morir. De pronto te das la espalda y guardas los despojos en un armario al que jamás volverás... otras veces no es tan radical, simplemente dejas el grifo abierto, en una rendición pasiva nauseabunda, dejando ir poco a poco... pero al fin y al cabo te desangras. Lo haces cada día, cada pestañeo, vas creciendo, y transformándote. No significa que vas a mejor, o que irremediablemente es para peor, simplemente cambias, eres otra. No es la metamorfosis de un gusano de seda, ni una apoptosis... es solo la vida. La vida sangra.
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