jueves, noviembre 03, 2011

El repuesto

Cargo con todos estos silencios que
vas desprendiendo como si nada
¡tan ligero!

Llevo tus palabras breves e intermitentes
guardadas entre mis dedos,
alimento de mi locura.

Te dejas derrochar en rostros, en voces, lejos.

Me dejas agonizar entre fantasmas y sombras,
pasando páginas de álbumes invisibles.
Un juguete de madera que se pudre.

¡Me astillo!

Voy haciéndome grave día a día,
perdiendo  hojas, maldiciendo cuadernos,
olvidando tintas y sueños…

No tengo norte. Aquí, de pié, a la intemperie,
todo duele más. Sonrío.

Yo, siempre estoy bien.

1 comentario:

mabel casas dijo...

hola cerillera, tiempo
pero regreso y encuentro tan alquímico como siempre tus escritos, esa forma de decir que de alg{un modo por el eje del mundo se funde con mi mirada adentro

este "repuesto" está muy bueno, metáfora de el utilitario y uno mismo...
cariños

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