lunes, septiembre 27, 2010

No hay zapatos rojos.

Echo andar con los pies pesados, pequeños, mojados, sobre asfalto que aún no se ha secado, que mis lágrimas remueven, remolinos, espirales... vórtex.

Vidas que se cruzan, en la distancia, en instantes efímeros que dan la vueltan, te revuelcan, agitan, destrozan, reviven, ahogan... hambrientos.

Sin fin, a punto de acabar.

De grises plagados de colores estridentes.

Con voces que se cruzan y no hay forma de pescar palabras, de cazar minutos, de atrapar algo que se quede para siempre, y después dejarlo ir... dejarlo ir... dejarse ir.

Perderse. Encontrarse. Olvidarse.

Y recordar, todo, teñido de verde. Extraterrestre.

Golpeo mis zapatos, una, dos, tres veces.

Y sigo andando. Calles, caras, días, noches, nubes, voces...

¡Grita! ¡Grita! ¡¡Grita!!

El asfalto se hunde. Arenas movedizas. Mis lágrimas se secan, sobre mi cara, formando surcos que se pierden. No cuentan, sin tus dedos recorriendo mi tiempo.

No hay comentarios:

KulturArt