martes, febrero 27, 2007

Ligero

No tuvimos tiempo
o suerte
o aire...

no existíamos..

no había manos, ni pies,
ni ojos, ni voces...

no hubo movimiento,
ni flores,
ni azul ni fresa..

no fuimos fantasmas
ni ángeles,
ni nos jugamos al viento..

tan siquiera hubo nombres...

tal vez solo fue un sueño,
breve,
como un parpadeo,
que se fue...

y al final,
solo queda mi memoria,
bailando como una hojita.

3 comentarios:

menta producciones dijo...

Y esa memoria que atraviesa los muros, nos vulnera en la fragilidad y el encanto de otra mañana vislumbrada a la luz de los crisantemos... he llegado aquí gracias al espacio de Gustavo y me quedo un rato largo... además prometo nuevas visitas y por supuesto te invito a visitar mis postales intersticiales... me encantó cada texto un beso

Unknown dijo...

pelicula en madrid en abril

elescaramujo dijo...

qué buena la imagen de la memoria como hojita. frágil, liviana, pronta a desprenderse de la rama. escribís lindo. besos!

KulturArt