Los domingos son días inútiles, infértiles, vacíos.
Me siento en el sofá, y me canso, voy a la cama y me hastío. Paso a la mesa y vómito, leo y me aburro, pongo la tele y duermo... Tedio, el domingo es el tedio.
Es un día anestésico, narcótico, resaca de pensamientos, todo se arremolina, pero lento, diciendo: "ya mañana pensaré, ya mañana..."
Dolor de cabeza.
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