A veces mi voz esta llena de truenos. A veces mi cabeza llena de pájaros raros.
Te hago diana de mis bolas de palabras enredadas, te hago norte de mi ruta desordenada.
Te grito. Te llamo. Te busco.
Pataleo en una rabieta infantil y estéril.
Soy tan pequeña e inútil que siento que voy a desaparecer de un momento a otro...
Es mi lado literario, son las nubes que asfixian a las estrellas... no lo se.
Dame un segundo de tu preciado tiempo, dame tu voz, tus manos, tus ojos... Déjame guarecerme en tus brazos... Atusa mi flequillo difícil... Guarda un espacio, un momento, un infinito donde encontrarnos. Di mi nombre como quien pronuncia el mayor secreto.
Y perdóname por estos exabruptos absurdos.
Y perdóname por estos exabruptos absurdos.
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