viernes, febrero 17, 2012

Incertidumbre


El suelo está lleno de canicas.

jueves, febrero 16, 2012

Húmedo levante

Llené de agua un paraguas rojo
para inundarme con él,
mientras daba vueltas.

Soy el eje de mi locura.

El sol, el suelo, los días y las voces,
anécdotas que vienen y van.

Planté granos de café tostados,
para hacer compañía a mis ojos,
mientras lloraba.

Soy mis pies que tropiezan.

Los nombres, las letras y los dibujos,
nubes que vienen y van.

Mi brújula no está imantada.

miércoles, febrero 15, 2012

Estado ingrávido

PORQUE SUEÑO...
 Tengo estrellas enredadas en mi pelo
y todo el universo para perderme,
jugando con mis manos a dibujar galaxias.

Quizás no sepa de ajustes mágicos, 
ni de la cotidianidad de sentarme a tu lado,
cada día, mientras disimulas en tu disfraz.

Yo te veo. Yo.

No seré útil, ni bella, ni fácil.
Ni mis palabras pararan infinitos,
sembrando risas con ingenio.

                       Puede que llore, que diga, o que me calle.

                   
                       Tengo pensamientos enredados en los ojos,
                       y todo el vacío para caerme,
                       borracha de las palabras que escribo.

                       No hay sitio para mí en las cuadrículas,
                       ni resquicios donde esconderme, a tu lado,
                       mientras sacas brillo a tu armadura.

                       Puede que alguien te toque.

                     
                       No seré, yo, quien te desnude.
                       Ni mis labios susurrarán sobre tu piel,
                       haciéndote llorar.

                       Quizás no sepas que entre la oscuridad,
                       junto a los monstruos y cosas que se pierden,
                       estoy yo, cosiendo mis rotos.

                     
                       Y yo, te veo.

lunes, febrero 13, 2012

Barcos de papel

Una vez fui dueña del mundo, y jugué con los planetas a las canicas.
Una vez, mi sonrisa estridente iluminó la habitación, sembró sueños y tejió abrazos.

Luego llegó el día en el que al despertar, sólo quedaban cabos sueltos.

Cosí con mimo los rotos, trencé los vacíos, dibujé flores entre los nudos, adentrándome en el abismo infinito de una maraña, como un gusano feo y torpe.

No tengo alas. Sólo soy yo, de piel fría y ojos oscuros, guarecida del tiempo en las palabras que he imaginado.

Una fosa repleta de silencio. Una cabeza llena de pájaros.

sábado, febrero 11, 2012

Hay tanto aire frío que me sobra

Siempre me ha gustado el sol de invierno, tan nítido... un filtro blanco y frío que se exhala alrededor. ¡Hoy brilla, tan radiante! Pero no templa.
Las puntas redondas de mis botas se tropiezan entre sí, impidiéndome dar saltos.
Poco importa.

Pronto se irá febrero con sus cascabeles plateados...

Hay cosas que no se olvidan, personas que no se remplazan, días que no vuelven.
Lo que importa sólo lo se yo.
Guardo esferas de cristal repletas de universos, escondidas en macetas donde crecen lirios.

Pronto se irá febrero, y yo cambiaré las botas por zapatillas más ligeras.
Mi cuaderno marrón se agotará en sus hojas cuadriculadas dejando paso a otro más colorido.

¿Dibujaré de nuevo horas perdidas? Poco importa.

Sólo quiero mojarme los pies en el mar, enterrarme en la arena, mancharme de pintura...
Sólo quiero respirar.

martes, febrero 07, 2012

Dicen que el tiempo tiene prisa.

 Hoy todo es azul,
de un inmenso y brillante azul,
gélido y soleado,
luz de invierno.

Todo es más claro,
ordenadas las palabras en cubos de hielo
en un curioso juego de cajas.

Será que soy fría,
paliducha de enormes venas azules,
gélida y oscura,


¡Qué difíciles son las noches de invierno,
llenas de pensamientos gritones
que se escapan de la cárceles cuadradas!.

Será que soy de la misma sustancia que la nada,
inútil,
vulgar y llena de voces.

Será que no importa que retuerza las horas entre mis dedos
ni que escriba o calle,
tan repleta de vacío.

Dicen que el tiempo tiene prisa,
y hay quien tiene miedo.

Hay quienes se visten de hastío.
El lodo,
helado, pegajoso, oscuro…
inmóvil.

Y luego está el vértigo.

Tic-tac, tic-tac

Hay quien tiene miedo.

miércoles, febrero 01, 2012

Peligro de derrumbe

Sucede que el frío amenaza y mis abrazos se pierden lanzando estalactitas; pero mi pelo es rojo, como una cerilla que se prende desafiando al tiempo, desviando la atención de mis ojos oscuros.
¿Qué haré con todos los almanaques que he ido guardando en la comisura de mi boca?
Mis pecas se mueven dando saltos y agrupándose en lunares, mi propio universo con sus galaxias y distancias imposibles.
Sucede que cuelgo la culpa de mi locura en el perchero y río. Sin más. Mi reflejo descontrolado con las formas absurdas de mi cara me guiña un ojo, con un toque elegante levanto una ceja.
Cuerpo revolucionario que siembra años.
No importa que mis pies calcen botas dentro de calcetines de lana para evitar el hielo.
Mi flequillo se desnivela cómo quiere, haciendo juego con mis pestañas desordenadas.
¿Qué mis dedos están fríos?
No importa que tus manos cobijen, lejos, otras sombras y dibujos raros; las mías las guardo en los bolsillos.
Hoy desprendo carámbanos, mientras doy vueltas sobre mí, como una peonza de cabeza roja. Lástima que no me veas, es un buen espectáculo.
Nunca bastarán las palabras envueltas en corsés silenciosos, ni las pataletas ni los olvidos distraídos.
Ya están las flores de enero avanzando por la terraza, con su antipática disidencia contra los colores cálidos, dibujando laberintos azules repletos de escarcha.
Tal vez esté vacía, pero el eco da tantas vueltas que me llena de voces y luces, moviéndome por dentro, al compás de mi corazón arrítmico.
Estos huesos me sostienen pese al constante peligro de derrumbe, a veces tan fuerte, a veces tan insignificante. Tan viva.

KulturArt