sábado, octubre 29, 2011

de horas, ausencias, y cercanías tan lejanas que dan miedo

Esta noche en la que bailan las horas, víctimas de un orden fingido, solamente siento que el tiempo se precipita sobre mi, como la incesante lluvia de este día. 

A veces mi voz esta llena de truenos. A veces mi cabeza llena de pájaros raros.

Te hago diana de mis bolas de palabras enredadas, te hago norte de mi ruta desordenada.
Te grito. Te llamo. Te busco.

Pataleo en una rabieta infantil y estéril.

Soy tan pequeña e inútil que siento que voy a desaparecer de un momento a otro...
Es mi lado literario, son las nubes que asfixian a las estrellas... no lo se.

Dame un segundo de tu preciado tiempo, dame tu voz, tus manos, tus ojos... Déjame guarecerme en tus brazos... Atusa mi flequillo difícil... Guarda un espacio, un momento, un infinito donde encontrarnos. Di mi nombre como quien pronuncia el mayor secreto. 

Y perdóname por estos exabruptos absurdos.

viernes, octubre 28, 2011

Este otoño, esta lluvia, este momento que no puedo atrapar entre mis dedos

Cuando las batallas no se ganan nunca y, nunca acaban… o cuando los dragones se esconden tan bien, para no ser encontrados, que desaparecen y se olvidan… ¿qué haces entonces?
Los pasos suenan huecos aunque no sean ligeros, las palabras suenan frías y los rostros… ¿qué haces cuando los rostros están vacíos?
Yo sólo se tejer en mis mundos absurdos, donde todo cobra sentido, donde todo tiene olor, donde todo es verdad… donde aunque todo se acabe y, se transforme en arena pesada que encharca pulmones, yo respiro.
Tal vez sea la inquietud de este mundo raro, en este momento extraño… tal vez sea que, a veces, aunque haya palabras parecen más importantes los silencios.  
Serán mis ojos oscuros, como yo. Serán las nubes, la lluvia que repiquetea intermitentemente… será que nunca tengo suficiente de ti. Será que, como siempre, soy sólo yo. 
Yo sola, enredada.

jueves, octubre 20, 2011

Puntos suspensivos

Ahora que resulta que llueven tuercas no debe importar que mi corazón sea mecánico y, que en el tuyo haya un hueco donde baila el viento.
Supongo que es así como de verdad son las cosas… las hermanastras se llaman Olvido y Tedio, la madrastra Silencio. Lo cierto es que nunca he tenido vocación de princesa, soy más bien una bruja frustrada, demasiado sensiblera para ser malvada, demasiado fría para ser una heroína, demasiado común para ser nada… tú… no sé lo que eres, te lo dejo a tu elección.

Yo, no soy un personaje de cuento. 

sábado, octubre 08, 2011

Octubre cálido

Extraño.

Es como el hálito nauseabundo de un enfermo.

No hay ocres, ni su sombra en mi imaginación.

No me queda hilo.

No me quedan ganas.

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