domingo, abril 17, 2011

Llueve barro sobre mi cabeza


Con los pies descalzos todo es distinto,
mis manos peinan el suelo haciendo dibujos invisibles.

El tiempo corre y me arrastra del pelo,
mientras intento asirme al inmenso vacío.

Son los pájaros negros revoloteando,
que lloran

jueves, abril 14, 2011

A oscuras, desde mi terraza


Esta noche que acaba de nacer, vestida de aire fresco, del mar, vuelve de un viaje largo. No sé de dónde, no sé a quién ha dejado atrás y, aunque sé que se va, este instante es mío. Infinito.
Todos los bordes son absurdos dibujos que se enlazan unos con otros, creando imposibles laberintos, donde los abismos se ciernen bajo mis pies mareándome. Tiemblo.
Tu mano cálida, es un contraste brillante en el frío que destilan las mías, hijas del céfiro.
Tal vez, tus dedos se enreden mientras saltan sobre mi piel transparente y, se crucen con los míos. Pequeños soldados.
Pero ahí está la brisa, moviéndolo todo. Y tú te alejas, o soy yo la que no consigo llegar a ninguna orilla, atrapada por la resaca violenta de un mar tan calmado que parece muerto.

-Calipso te abraza-

Yo, contemplo la noche, embriagándome con este aire fresco del mar, que se irá a un viaje largo. No sé a dónde, no sé a quién irá a ver y, aunque sé que se va, este instante es mío.  
Y pienso en lo absurdos que son los bordes que se alejan unos de otros, dibujando laberintos imposibles, donde los abismos son fauces que se comen los deseos.
Tus manos cálidas, estarán en otro universo. Las mías, heladas, se mecen a mis costados.
Tal vez, tus pequeños soldados anhelen enredarse sobre mi piel transparente y, un día, se crucen con los míos en una batalla.
Pero ya viene la brisa, moviéndolo todo. Me despierta, sólo estamos mi sombra y yo, en una inmovilidad tan violenta que creo que voy a tropezar.

Hoy los ojos tiritones no me pueden mirar y burlarse, un ejército de nubes me da la excusa para emborracharme del olor a humedad y salitre. Sonrío.

domingo, abril 10, 2011

Y es domingo


Cosas que voy dejando marchar…
como los días breves del invierno,
que parecen nunca terminar,
y de pronto,
surge desde la ventana todo el color.
Las plantas empiezan a bailar.

Mi piel se templa, reflejando el sol,
escamas de hielo.
 Brillo.
Cascabeles que brincan,
lloviendo pecas sobre mi nariz.

Protestan mis monstruos,
mientras los tiño de naranja.
Locura.

Doy vueltas, salto, caigo.
Río.

Todo lo demás puede esperar.

viernes, abril 08, 2011

Hoy no

Este día que fulge,
saca los colores a bailar,
con su cancioncilla silenciosa.

Demasiado que digerir;
agito mi flequillo.

Mis mejillas rosas, mentira.
Mis ojos brillan.  Mentira.

Este día grita,
mueve las horas,
con manos de hierro.

Demasiado que pensar,
Estiro mi flequillo.

Mis labios, azules.
Mis manos, frías.
Mis muslos, blancos.
¿Y los sueños?

Los he perdido.

miércoles, abril 06, 2011

Carne de cañón

La fuerza de mis piernas, blancas, se parece a una marea cadenciosa, que empuja y empuja, sosteniendo el peso de todo el hierro forjado en mis costillas.
El viento, arremolinándose dentro, canta. No siempre son melodías hermosas.
Una jaula con patas, que brilla.
No me importa que llueva barro, me gusta ensuciarme. Estoy viva.

Mi voz estridente, pronuncia palabras que se precipitan entre sí. A veces rabio. Es el derecho a la pataleta.
Y que mis dedos te hagan cosquillas, en el leve camino que se hace en la arena de una playa, no es que importe demasiado.
No puedo verte por dentro, y tal vez sea mejor. No lo sé.

El espejo es frío y plano. Se congelan las pestañas.

La fuerza de mis pulmones, rojos, es inconmensurable, pese a que me fatigue. Tengo el empuje suficiente para sostenerte. Prometeo.
No soy yo quien te mece en las noches, no soy yo quien clava sus dedos en tu espalda.
Sólo soy el pelotón que arremete, suicida, contra todo, contra el tiempo, contra la lógica… sólo soy el vigor del aliento.
Soy atlas, con el mundo a mis espaldas. Súbete a mí.

Mi piel sabe sonrosarse.

martes, abril 05, 2011

Cipreses

- Salta.
Es el sol quien alarga tu sombra.
No es tan alto.-

- El problema no es saltar,
Es trepar y salir de la caja de pino.-

viernes, abril 01, 2011

Azul contra blanco

No sé, tienes el control y, hoy no me importa.
El sol ha sido cálido y se podía oler el mar.
Azul. Otro.

La costumbre de dibujar instantes,
me ha resultado liviana…
una brisa.

Un zumo. Breve.
-Tus palabras, a cuentagotas-


No sacia.
 Pero, prefiero ignorar el picor de garganta.

Me mezo, con mi sonrisa de loca,
acunada por este viento que viene del mar.
Mi mar. 

¡Qué blanca es mi piel!

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