lunes, mayo 24, 2010

Sólo hay silencio.

Silencio.
Y mi reflejo cansado,
que pasea por las ventanas,
y espejos.

También esta mi sombra, sin color.

Y de nuevo el silencio,
ocupando todo el espacio,
dejándome la boca seca.

Yo afónica,
tú, ausente.

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