algo

Las gotitas de felicidad llegan y se van del mismo modo, gritando. Son diminutas, trasparentes, casi invisibles, pero chillan.

Llueve… de esa forma tenue y cadente que sólo parece esperar. Esperar a que tome fuerza o se apague, pero nunca parece terminar o empezar. No parece que caiga, ni suba, pero moja.
No sé qué me pasa. Podría mentir y decir que esta música me calma y me mece, como si fuera una niña, encaramada a unos brazos fuertes, pero lo cierto es que me irrita. Debería dejarse llover de una forma en la que pudiera llamarla lluvia, pero parece que no tiene ganas de dejarse ver.
Lo cierto es que no es tanto la lluvia como las ganas de hablarte, de estarte.

Y mientras, leo y veo tu vuelta a tus cuadernos...

De nuevo

Cambio de color...

como un rubor,
o un día de primavera que no termina

Otra vuelta.

17

Si al menos lloviera...

Una lluvia pesada, tenue, oscura..
hay demasiada luz en este día donde me falta el aire.

Supongo que siguen bailando los cascabeles,lo se,pero es tan difícil escuchar,cuando todo es tan quieto, tan silente, tan yermo.

Supongo que sigo siendo la rama seca, que se mueve lenta y oxidada, fría...

Si al menos lloviera, me retorcería y gritaría. Desgarraría junto a los truenos el cielo, tratando de llegar lejos, lejos, lejos...

Sólo hay polvo donde mire, en mis manos, en mis ojos, en mi boca...

Cuando te duermas - Los Piratas

Me miras con las manos
escondidas en la mesa,
y piensas qué dirá,
piensas que estás muerto,
que no existe ni un momento
para descansar...

Yo no insistiré,
quizás esté asustado,
creo que podría liberar este dolor,
lamento no entender,
creo que podría liberar este dolor.

Nunca ha estado claro,
de qué estado te lamentas,
cuando estás así,
piensas que la risa
no consigue amortiguarme
lo que tengo aquí...

Yo no intentaré saber
qué está pasando,
sólo trataré de hacerte ver
que este dolor se irá
cuando te duermas.
Duerme que yo haré que sueñes bien
mi amor...
Lamento no entender,
creo que podría liberar este dolor,
duerme que yo haré que sueñes bien
mi amor...

Cero, cero, cero, cero, cero...

¿Qué es esta voz que luce afónica y carraspea?
El crepúsculo avanza veloz,
Y ya no brilla el sudor por las paredes.

Tal vez es el día, o septiembre,
O pensarte.

Dos días. Será 17.
Estaré aquí.

La tarde se vuelve azul y corta,
Y aunque no me doy cuenta,
Te abalanzas sobre mí,
Con tu abrazo infinito y limpio.

Sé que soy débil y cambiante.
Y tú, eterno.

Dos días. Será 17.
Estaré aquí.

No llamará una voz amiga quebrada,
Ni será gélido ese sol.
No lloverá porque yo quiera,
Con tu cabeza en mi regazo.

No me torturo, aunque llore.
Sigo aquí.

Llegó septiembre

Llegó septiembre y ruge el viento,
con esa fuerza que debió tener aquel día,
cuando quemaba tanto el sol.

Nuestro nombre se fue contigo,
aunque estuve remando hacia tu sombra,
con todas mis ganas,
con toda esa oscuridad que sale de dentro,
no había forma.

No hubo forma.
Tu volaste, yo repté.

Llegó septiembre con sus números,
y yo hago cuentas...
no hay modo, como aquel día.

Nuestro tiempo se fue contigo,
aunque estuve nadando en tu noche,
con todas mis ansias,
con toda esa rabia que sale de dentro,
no había forma.

No hubo forma.
Tu volaste, yo repté.

Llegó septiembre y sigo aquí,
sumando y riendo, con mis lirios,
que mantengo fuertes y verdes.
¡Tan vivos!

No había forma,
tu volaste, yo sigo.